Las olas ocultas de Jaimal
El movimiento del agua produce olas y dichas olas crean un movimiento que nos pueden hacer sentir felicidad, incertidumbre o miedo, dependiendo principalmente de cómo nos sintamos en nuestro entorno o con nuestras experiencias previas al agua y la actitud frente a ella. Aunque con el tiempo uno va aprendiendo a tomar las buenas olas y dejar las malas pasar, confiando, respetando y recordando la generosidad que el agua puede tener con todos nosotros.
En el caso de Jaimal Yogis, las olas las estudia como un camino de transformación, meditación y búsqueda para un estado de iluminación y paz. Las complicadas crestas que ha podido surfear, lo han llevado a descubrir un lado suyo que lo motiva a escribir este libro del cual hablaremos.
Una biografía del fracaso sería una equívoca manera de percibir lo que el autor nos trata de mostrar, es quizá, un manifiesto de experiencias profundas como el mar, narradas con una sencillez, con la que nos podemos identificar cualquier persona que busca algo en sí mismo o fuera de sí; como las olas que vienen y van a veces con suavidad y otras con brío impetuoso. Esa búsqueda heredada, en principio por sus padres, lo llevó a experimentar las hondas y fascinantes olas de su prosa, y, al mismo tiempo a superar las situaciones tan humanas que nos arrastran, vuelcan o rompen y hacen sentir dolor, ya sea por una pérdida amorosa en la juventud temprana, o por la ira y rebeldía que uno adolece al estar girando en la rueda del capitalismo que como al hámster nos hacer girar y girar sin llegar a ningún lado más que al agotamiento mismo.
Jaimal nos ayuda a comprender que meditar es como desaprender a hablar. Y todo ello, con ayuda de la sabiduría del mar y sus olas. Desarticular cada vocal, consonante, número o signo que por nuestra cabeza pase y dejar así que el sentido de las palabras dejen de afectarnos en nuestra mente. Hacer que el agua nos vacié y al mismo tiempo nos llene de paz. Eso sólo ocurre cuando uno medita, piensa en Dios, hace oración, o está muy contento como para recordar cualquier cosa.
En la lectura aprenderemos que las olas del mar nos pueden ayudar a sentir que somos parte de una energía inmensa; en donde cada ola nos entrega pequeñas dosis de experiencias divinas y que sólo la naturaleza nos puede proveer de dicho sentimiento inefable: “todas las olas son agua”, dice el título del libro y yo agregaría que nosotros somos en gran medida agua en movimiento como la del mar.
Es obvio que el autor eligió el Surf como deporte en un principio sin saber que sería mucho más que eso. Al percatarse del ambiente que rodea a dicho deporte como círculo de “élite”, a pesar de ser su pasión, encontraba un sentimiento de desasosiego, como muchos de los que practican el deporte, tan sólo buscando el triunfo, ser profesionales y viajar a lugares paradisíacos para recibir fama y fortuna.
No es fácil llegar a dónde Jaimal está; su camino es único y auténtico como el de cada uno de nosotros. Pero su espíritu busca la “verdad”, tanto, que lo llevó a estudiar periodismo, aún así, descubrió en su interior que ni profesores tan afamados como Bob Thurman, profesor de estudios indo tibetanos del departamento de estudios de religión de la universidad de Columbia en Nueva York, y una de las 25 personas más influyentes del mundo según la revista Times, podrían trazarle el camino hacia su propia felicidad.
Por otro lado, las citas que elige Jaimal para sus capítulos son clave para entender muchos porqués de la vida, pues, están llenas de mensajes profundos. Empezando con autores como Hafiz, Nisargadatta, Thoreau, Calvino, Lao-Tze, Rumi, Han Shan o Thich Nhat Hanh, entre otros célebres pensadores que han seguido un camino de conceptos espirituales y nos zangolotean como las olas furiosas, invitándonos a surfear las honduras que nos aterran y como obsequio nos arrojan a los mares de la sabiduría, con sus inigualables, profundas y vitales enseñanzas que se expresan en cada cita con consistencia y permanencia en la percepción oleante de Jaimal.
Al igual en el libro encontraremos temas como el de los sueños lúcidos o “yoga de los sueños” de los que nos comparte su propia experiencia, nos evocan y remiten a la fuerza divina y el ejercicio del surfear en nuestra mente humana. Aprenderemos que incluso dentro de las pesadillas más tenebrosas, uno puede tomar decisiones para poder tener un acercamiento “consciente” con todas esas realidades que día a día vivimos y concluir que lo soñado es en gran medida consecuencia de lo que nuestras mentes experimentan durante la vigilia.
Estoy seguro que después de leer el libro de Jaimal pondremos más atención a los mensajes de nuestros sueños e intentaremos dialogar con ellos aunque no estemos durmiendo, ya no nos conformaremos con ser un simple espectador, ahora nos cuestionaremos más nuestros sueños antes de comenzar el día.
Comúnmente, seguimos los sueños del otro hasta llegar a los nuestros, tanto que sobrevivimos y nos perdemos. Absorbemos lenguajes y comunicaciones, luchando para poder llegar a ser ese otro que acaece en nuestra mente. Así, nuestro camino del “ser” se vuelve inconsciente a lo largo de nuestras vidas, intentando alcanzar imágenes y experiencias ajenas a las nuestras. Esas expresiones y pretensiones inclusive se manifiestan en nuestros sueños, y la facilidad que tenemos para hacernos infelices es tan vasta que, las pesadillas pueden manifestarnos cuán frágil estamos interiormente.
Los sueños y visiones de Jaimal plasmados en papel, inspiran a seguir escribiendo; y su vida, a continuar viviendo; romper las olas sin miedos a pesar de estos tiempos convulsos. Creo al igual que Jaimal, en los sueños que no siempre pintan como un mejor futuro; pero es sólo zambulléndose en ellos, en sus profundidades, que podremos surfear las olas y conocer el mar desde sus fauces sin temor a ser devorado por el. Entender los sueños, para crear nuevos y poco a poco tejerlos entre todos, conscientes, dichosos, por fin, viviendo…

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